ALONSO

jueves, 1 de abril de 2010

Victoria de Button y espectáculo de Alonso en Australia


Con humor, incluso en los momentos en los que llegaba la tormenta que había arrasado a su paso cuanto coche aparecía en el horizonte. "Por detrás viene Hamilton, a menos de tres segundos", le dijo su ingeniero de pista. "Ok, pero no quiero saberlo", respondió Fernando Alonso con una sonrisa, los neumáticos con más de 50 vueltas y su Ferrari moviéndose entre muros a casi trescientos kilómetros por hora.

Fue el momento, el de la lucha de los dos grandes campeones de la actualidad más allá de la leyenda que Schumacher, que se esfumaba por detrás con el cuasinovato Alguersuari a su estela. Hamilton contra Alonso. El duelo. El inglés antes había adelantado a Button, Barrichello, Webber, Massa...pero ahora tenía delante a su enemigo íntimo. Y no pudo con él. La lucha acabó con el británico de McLaren en la tierra chocando con Mark Webber que venía detrás, como el ciclista que chupa rueda intentando aprovecharse de la batalla de los gigantes.

De ahí hasta el final el asturiano tuvo que aguantar al Mercedes de Nico Rosberg para terminar cuarto una carrera en la que merecía un sitio en el podio. Quizá el de Massa, trigésimo podio, el hombre que le arruinó una carrera en la que debía estar aún más arriba para disfrute de la afición que llega a su rebufo. Porque el resto, aquellos que aman la F-1 aún antes de que apareciese este increíble fenómeno ya vieron un espectáculo digno del Circo del Sol.

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